

Cuando tenía tres días de haber llegado ,empecé con los trotes de dos kilometros y tuve la mala suerte de ver tres culebras a la vez ,o sea que es un trio ..pensé por un momento jajajaja...no soy muy crédula de esto..pero respetuosa de los mitos orientales.
Estoy siempre rodeada de árboles verdes y del alboroto de los monos que se balancean con un desparpajo invidiable,como si nada les importara .Pasar treinta días aquí,resulta excitante y riesgoso.
Ayer tuve un disgusto en el aeropuerto, porque no figuraba en la lista de pasajeros de regreso a Lima. El motivo principal reencontrarme con esa Lima bulliciosa y asistir al matrimonio de uno de mis mejores amigos...la paciencia no es una de mis virtudes y cuando recogí mi boarding...supe que todo iria bien,pero deben pasar catorce días para regresar a ese espacio íntimo ...a esa selva que me llena de energía y me hace sentir bien.