No siempre es fácil distinguir si nos encontramos delante de un obstáculo o si lo que realmente tenemos es una limitación.
Los obstáculos nos obligan a encontrar diferentes maneras de salvarlos. La limitaciones pueden impedir realmente que consigamos algo. Si la limitación parte de nosotros y somos conscientes, se puede trabajar y también puede ser salvable, pero si es ajena a nosotros hay que saber reconocerla para no desgastarse.
Si se pone toda la energía en salvar obstáculos y se saben reconocer las limitaciones nos estamos hacienda la vida mucho más fácil. La cuestión es saber distinguir. Yo me estoy haciendo un listado de obstáculos y otro de limitaciones. Hay cosas que son muy fáciles de clasificar, pero otras no. Por ejemplo el tema del muro. Ese, junto con algún otro, va a ir a una tercera columna que se va a llamar "expedientes x".
Hay una oración del teólogo Reinhold Niebuhr, que luego adoptaron en Alcohólicos anónimos que dice:
"Señor, concédeme valor para cambiar lo que puede
y debe cambiarse,
serenidad para aceptar lo que no puedo cambiar
y sabiduría para distinguir la diferencia".
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